No os podéis imaginar la cantidad de tiempo que he buscado esta carrera, así como 20 años, desde que se corrió. Nadie la tenía para poder verla de nuevo. Por fin, gracias a un vídeo resumen de toda la temporada de 250 de 1998 subido en la página personal del gran piloto Marcellino Lucchi he podido volver a disfrutar de esa obra maestra del motociclismo, la inteligencia y la picaresca.

Os explico. 1998 fue el año de la llegada de Valentino Rossi a 250. Y lo hizo dentro del equipo oficial Aprilia teniendo como compañeros a Capirossi y Harada. Y al bueno de Lucchi como piloto probador y piloto invitado en cinco carreras (de hecho ganó en Mugello). Con estos pilotos y unas RSW muy por encima de la competencia la única duda sería qué piloto Aprilia sería el campeón.

Harada, piloto inteligente, rápido y limpio donde los haya se dió cuenta nada más ver a Rossi en la pretemporada que iba a ser su principal rival en la lucha por el título; Capirossi era pan comido (como lo fue en el 93 con una Yamaha muy inferior en su primer año en el mundial donde ganó a Loris con una NSR muy superior)

Empezó el mundial en Suzuka y Rossi pagó la novatada de intentar hacer un «XFuera» a Harada en la última curva de la última vuelta con una caída. Pero Valentino no es tonto y enseguida se dio cuenta de que Tetsuya iba a por el. Lo confirmó en Jerez, cuando el 31 entra en boxes por problemas mecánicos y con vueltas perdidas se dedica a rodar más rápido que el 65 y el 46 y a molestar al de Tavuilla.

El resto de mundial fueron caídas varias, averías, lesiones y hostilidades. Pero para mi, una de las carrera más brillantes del motociclismo moderno fue la que protagonizaron ambos (con el «sucio» de Loris como demostró en Argentina y otras tantas carreras) de mero espectador. En el vídeo a partir del minuto 2:04.

Circuito Paul Ricard, Francia:

Harada con Rossi detrás se escapan con un ritmo muy, muy superior al resto de la parrilla. Tanto, que tras mucho correr, se dedican uno y otro a «invitar al oponente» a que pase delante y que marque el ritmo. Ninguno de los dos se decide hasta que Harada en la vuelta 12+1 decide sin más irse largo y poner la moto recta a lo que Valentino contesta cerrando el acelerador. Tanto cortan que Capirossi los alcanza y los pasa hasta que el 31 y el 46 vuelven a imponer su ritmo demoledor y lo dejan de nuevo muy, muy atrás.

Pero la guerra psicológica sigue y vuelven a hacer lo mismo, evitar tirar a lo que Valentino, más joven que el experimentado Harada estalla en un arrebato que le hace pasar toda la recta a una rueda y mirando a los boxes. Ese acto de insolencia sería castigado por Harada con una secuencia de vueltas rápidas que sentenciaron la carrera a su favor.

 

Brillante, con final incierto, estrategia, probablemente, una de las mejores carreras de la historia del motociclismo. Os dejo aquí el vídeo. Al final de esa temporada 98, no ganaron los que más victorias obtuvieron, cinco cada uno que fueron Harada y el novato Rossi sino un piloto con dos victorias y un acto deleznable en su haber como fue tirar indiscriminadamente a Harada en la última carrera de Argentina y que le valió el despido directo de Aprilia.

Son esas cosas del motociclismo que uno no termina de entender.

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