Año 1996. El equipo HRC y sus NSR arrasan en pista. El único que los gana de vez en cuando es Luca Cadalora con un equipo sin patrocinadores, pero con otra NSR…Mick Doohan sigue siendo el rey, pero su compañero de equipo, Alex Crivillé intenta ponerlo en evidencia delante de su público por la actitud del australiano a lo largo de la carrera y porque es la mejor manera de que Doohan capte el mensaje de la presión a la que esta dispuesto a someterle. Pero vaya, Doohan no se arruga: