No todas las carreras míticas tienen que acabar bien. Algunas, como la de hoy, son míticas por lo que supusieron.

Para las personas jóvenes, Jarama 1986 no significa nada. Pero las entendidas sabrán que fue el comienzo del fin de una estrella, de una leyenda viva, el misterio de por qué se apagó la luz de Freddie Spencer.

Con la tecnología que hay en la medicina de hoy, ya no es un mal tan grave y la recuperación en la mayoría de los casos es rápida. Esta semana (7-4-2021) nuestro Iker Lecuona y el aussie Miller han acudido al quifófano para operar y tratar de encontrar solución. Casi todos los pilotos acaban pasando para que el bisturí corte el perimisio; una vaina/funda que cubre el músculo y lo oprime sin dejarlo «respirar». Para eso la intervención, porque pierden sensibilidad y se les duermen las manos.

En muchos casos, la persona aficionada neófita pensará que es la típica excusa de piloto para justificar falta de fondo físico o bajo rendimiento. Pero no, hoy es tan alto el nivel de estas bestias de élite que cualquier cosa que no sea estar al 100% se traduce en estar el 15 o más en parrilla.

 

¿Y por que he empezado con historias de hace siglos de un tal Freddie Spencer? Pues porque él no necesitaba ninguna excusa, era el Campeón del mundo, una leyenda capaz de haber ganado dos títulos (250 y 500) y las 200 Millas en el mismo año. Pero tras haberse exprimido durante lustros para llegar a ese nivel, notó algo raro en los brazos en la prueba inaugural en el GP Jarama 1986.

Era el favorito para esa temporada, incluso para esa carrera puesto que partía con la pole. Y de repente, rodando el primero con una cómoda ventaja de 4 segundos sobre su compañero Gardner apareció el síndrome (en aquella época totalmente desconocido) y se tuvo que meter en boxes a mitad de carrera.

Desde aquel día, Fast Freddie ya no volvió a ser el mismo. Haber tenido un nivel tan alto contra Roberts, el «machaque» por parte de Michelin que lo tuvo todo el invierno probando/desarrollando ruedas para 250/500 y el síndrome compartimental no diagnosticado hizo que se apagara la llama de este grandísimo piloto (por cierto, en mi opinión quizá el que abrió la puerta en Anderstop a que el «contacto» entre pilotos en el Motociclismo esté permitido…pero esa es otra historia)

De cualquier manera, esto no hace más que demostrar el nivel de nuestro deporte y aplaudir más si cabe a las personas que se dejan los «músculos» en la pista. Os dejo el vídeo que aunque antiguo, es tremendo por lo que representa.

 

PD: Mucho ánimo Iker y a todas las personas que le dan al mango del acelerador

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