«Me dijeron que este curso te enseña a coger confianza con tu moto, a mantener la mirada, a saber un poco hasta donde puedes llegar, y saber actuar en algun momento de apuro. Había visto como algunos compañeros lo hacían, pero yo misma, desde el primer momento me negué a hacerlo. Finalmente me decido a llevarlo a cabo, más que nada por compartir un dia con mis amigos y con mi hijo, al que «obligo» a hacer el curso antes de tener su moto en casa. He disfrutado mucho, viendo a mi gente deslizarse en la pista, como iban avanzando ejercicio tras ejercicio. Mi experiencia: Cuando cierras la mente te cierras a todo. Pese al esfuerzo de los monitores por conseguir que yo disfrutara y aprendiera, mi cabezonería y desgana me hicieron salir de pista en el segundo ejercicio. No era mi día. Pero reconozco que para quien le guste…es una pasada. Por cierto…no había monos pequeños y yo tuve que ponerme el mío. Creo que por eso abandoné el curso, por no romperlo, jijijii»