Probablemente, una de las carreras más bellas y tensas de la historia.
Colin Edwards y Troy Bayliss, tras un año y 24 carreras de dura competición, se jugaban el título en la última carrera en Imola, sólo valía la victoria.
Bayliss dominó con autoridad la primera parte del campeonato, pero Edwards supo sobreponerse consiguiendo ocho victorias seguidas hasta llegar a la última carrera con 6 puntos de ventaja sobre su rival australiano.
Magnífico, fabuloso, motociclismo de calidad:
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