Al renovar nuestra página muchos artículos se perdieron, por ejemplo esta gran carrera fue una de las afectadas.
Gracias al reciclaje que se realiza los domingos en nuestro Facebook pude ver que faltaba esta entrada y que había que recuperarla; es una de las que debe estar porque es probablemente una de las más míticas, por emoción, por pilotaje y por la demostración que en moto no siempre más potencia es mejor.
Otrora una carrera que acabada la temporada se convertía en paso atractivo para mundialistas, el sunflower trophy hoy es un festival motociclista que se sigue realizando en Irlanda una vez al año. A la misma, acuden pilotos locales ya que hay un atractivo económico y por el honor de la victoria pero ya no tienen el placer de poder rodar junto a estrellas internacionales (también es verdad que así tendrán más posibilidades de optar al premio monetario)
Pero la de aquel 1989 fue bárbara. Os explico:
Gary Cowan al ganar con tanta facilidad la categoría de 250 a los mandos de su Yamaha (era el delfín de Kenny Roberts para el mundial de 250) pensó que sería buena idea apuntarse también con esa misma moto a la de Fuerza libre, donde competían 500 2T o auténticas SBK.
El organizador del evento le dijo a Cowan quiénes iban a participar para que éste declinase su decisión: Ron Haslam con la Suzuki RG500 Pepsi del mundial, Brian Morrison con la Honda RC 30 750, una Norton rotativa o una Honda 500 GP…entre otras pero Cowan lo tenía claro, quería correr. Por desgracia para Cowan, un mes más tarde tuvo un grave accidente en Daytona que le dejaría en silla de ruedas.
No me enrollo más, os dejo los cinco minutos finales para que los disfrutéis. Sólo una cosa ¿os acordáis de la típica frase «los cogía en las frenadas, se me iban en las rectas»? Pues eso, a disfrutar.